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"No debemos olvidarlo, es un chico joven que acaba de cumplir 16 años". Sabine Kehm, mánager de Michael Schumacher, explicaba a las docenas de periodistas y fotógrafos acreditados (alrededor de cien) en la jornada de medios de la ADAC F-4 alemana en el circuito de Oschersleben que el joven Mick es, además del hijo del heptacampeón alemán, un chico que debuta en monopostos. De hecho, la eterna jefa de prensa del Kaiser, apostillaba: "Desde mi punto de vista, y es algo que me gustaría pedir, no debemos levantar expectativas muy altas".

El joven Schumacher, subcampeón de Europa y del mundo de kárting el pasado año en KF Júnior, tiene un largo camino por delante antes de pensar incluso en emular las gestas de su progenitor, porque como resaltó Frits van Amersfoort, jefe de su equipo en la ADAC F-4 alemana. "Sabemos que su padre es siete veces campeón del mundo, pero queremos enfatizar que Mick debe tomarse su tiempo para aprender a ser piloto", dijo el team-manager.  

De momento, empieza en el primer escalón de la pirámide, la F.4, monoplazas con chasis Tatuus y motor Abarth de 1.4 litros Turbo que entregan una potencia de 160 CV para una velocidad máxima de 210 km/h.

Mick, que por primera vez competirá con el apellido de su progenitor, debutará con el dorsal 25 y un casco verde y amarillo en dos semanas (24-26 de abril) en el propio trazado de Oschersleben, primera de las ocho citas del calendario. Ahí se podrá empezar a ver de los que es capaz. Eso sí, no será el único apellido ilustre.

En el plantel de pilotos también están Jonathan Cecotto, hijo menor del ex piloto venezolano que compitió en F.1 y en el Mundial de Motociclismo, y Harrison Newey, vástago de Adrian, el famoso ingeniero de diseñador del monoplaza de Red Bull con el que Sebastian Vettel se proclamó tetracampeón en la Máxima.