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Ayrton Senna tuvo que esperar dos años para volver a ganar en su tierra. La temporada 1993 fue una de las más difíciles para el brasileño porque no podía ser competitivo con los motores Ford V8 de su equipo, Mclaren. Al igual que la primera, su segunda victoria en Brasil fue heroica. Los Williams-Renault del francés Alain Prost, su gran rival, y el del inglés Damon Hill eran los autos más rápidos de la categoría y en cualquier circuito volaban.

Senna tenía que exigir su Mclaren al máximo para poder pelear con los autos de Frank Williams. En clasificación, los más rápidos eran los autos ingleses y el autor de la pole position fue Prost, que se retiraba a fin de año después de lograr su cuarto título. Senna clasificaba tercero y parecía que iba a ser el único que iba a darle pelea a Prost y Hill en Interlagos.

Se esperaba lluvia para la gran carrera del domingo. Prost largaba muy bien y lideraba. Senna, que también tenía una buena largada, superaba al compañero de equipo de Prost y era su nuevo escolta. Más tarde, Hill superaba sin problemas a Senna y lo dejaba segundo. Alain seguía ganando.

En la vuelta 27 apareció la lluvia y esto favorecía al tricampeón brasileño, que fue el primero en parar en los boxes. Después entro Hill. La lluvia era tan fuerte que los pilotos que estaban con neumáticos de piso seco terminaban chocando. Prost nunca entro a boxes y ese fue un gran error.

Por no haber entrado a boxes, el francés se despisto y chocó en la S de Senna con Christian Fittipaldi, que estaba en la misma estrategia y antes había hecho un trompo con su Minadi. El francés se lo llevó puesto. El ex compañero de equipo de Senna tuvo que abandonar la carrera.

Por la fuerte lluvia, los comisarios deportivos pusieron en la pista un Fiat Tempra, que hacía de auto de seguridad. El líder era Hill y segundo estaba Senna. Siete vueltas después, empezó a dejar de llover y el astro de Brasil fue el primero en colocar neumáticos de piso seco. Hill seguía en pista y en la cuadragésima primera vuelta, Senna superaba al inglés y no soltó la punta hasta cruzar la línea de llegada.

Interlagos volvía a estar de fiesta. En el final de la recta principal el brasileño recibía una bandera de su país. El público que estaba en las tribunas de la recta opuesta intentaba cruzar el alambrado para invadir la pista. Senna no pudo completar la vuelta de honor por culpa de la gente, que había invadido toda la pista para festejar con su ídolo.

Damon Hill quedó segundo y la tercera posición fue para el alemán Michael Schumacher, que corría para Benetton.

Cuando Senna salvo a Comas
La primera en su tierra