El leal Yoyo Maldonado
Guillermo Maldonado siempre corrió para Volkswagen en el TC 2000 y hace 20 años lograba el título con el recordado Gol.
Aquella coronación de Yoyo en 1994.
Salvo en sus inicios en la Fórmula 2 Nacional a fines de los años setenta donde corrió con motores Fiat, Yoyo siempre estuvo ligado a la marca alemana. Tras aquél comienzo se mudó hacia Alta Gracia donde comenzó su romance con VW gracias al fortalecimiento del vínculo con Oreste Berta.
El hermoso Berta de Fórmula 3 Sudam.
Fue en 1987 cuando perdió su reinado en la región a manos del brasileño Leonel Friedrich, que Maldonado decidió incursionar de lleno en el TC 2000. Fue un con VW 1500 blanco y azul, que ya comenzaba a tener la publicidad de ALBA. Pero fue en 1988 cuando llegó la sensación con aquella decoración policromática pintada por Rogelio Polesello.
Ese año Yoyo fue animador del campeonato logrando cinco triunfos, pero perdiendo ante Juan María Traverso y su contundente cupé Renault Fuego. En 1989 el recordado “Milki” fue reemplazado por el Gacel, que mantuvo sus colores. Otra vez estuvo en la conversación por el título, que se definió entre los pilotos oficiales de Renault, el propio Flaco y Miguel Ángel Guerra, con el éxito para éste último.
El gran "Milki" Policromático de TC 2000.
Hasta que en 1994 un conjunto de factores le permitieron a Maldonado alcanzar la corona. Primero, el pico de desarrollo que se consiguió en el Gol. Luego que el ingreso de Peugeot que causó conmoción con la contratación de Traverso no fue el esperado y el 405 le llevó tiempo adaptarse, hecho que ocurrió al año siguiente con el séptimo y último cetro del ramallense en la categoría. Además, Ford no tuvo como oficial a Ernesto Bessone y debió pelear con un reciente incorporado como Gabriel Furlan con un Escort.
Este panorama, el nivel conductivo y regularidad de Maldonado, le permitieron obtener tres victorias y consagrarse en la última fecha, corrida en Paraná el 18 de diciembre (ayer se cumplieron 20 años). Allí prevaleció ante Tito Bessone, quien de forma particular comenzaba a gestar su materia pendiente cumplida recién en 1996.
El Gol campeón descansa en el Museo Fangio.
Pero más allá de gloria, lo más importante es que el piloto de Nueve de Julio fue un baluarte en una época de oro de la categoría. Eran combinaciones que salían de memoria para los fanáticos de cuatro marcas emblemáticas en la Argentina. Apodos tan fuertes que valían tanto como sus nombres. Era cuando se sabía que Yoyo corría con VW, que Tito (Bessone) lo hacía con Ford, que Cocho (López) bancaba a Fiat y que el Flaco (Traverso) era el abanderado de Renault. Pero el único que siempre estuvo ligado a una sola marca fue el leal Guillermo Maldonado.
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