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Argentina es el segundo país con más autódromos, después de Estados Unidos, mayormente con óvalos. En los últimos años se hicieron varios circuitos, algunos se reformaron, gracias a los gobiernos políticos provinciales que apuestan al automovilismo local.

Uno de los trazados más emblemáticos de la provincia de Buenos Aires se encuentra en pleno abandono y es el Autódromo Ezequiel Crisol de la ciudad de Bahía Blanca, desactivado desde el año 2011 cuando querían reformarlo para que sea una de las plazas más importante del automovilismo de nuestro país.

La pista bahiense, que tiene 3.190 metros de extensión, recibía al TC2000, Top Race V6 y Turismo Nacional, pero llegó un momento que querían apostar más y armaron un proyecto para reformarlo con la idea de traer a la máxima, el Turismo Carretera.

Hasta día de hoy, la remodelación, iniciada en el año 2011, nunca comenzó por cuestiones presupuestarias y se encuentra todo en “stand by”, dejándolo en plena dejadez sin cuidados y sin seguridad ya que cualquiera puede ingresar al predio y hacer cualquier tipo de vandalismo.

A simple vista se puede ver que ya no existe más la capa asfáltica y que la zona de boxes de 250x200 se encuentra en desidia, con algunos de sus edificios, cómo la torre de control de cuatro pisos, totalmente destruidos y llena de malezas, que va creciendo cada año y además rompe el suelo.

Lo peor de todo esto es que se puede ver en el ingreso de la misma un cartel gigante donde se anuncia la remodelación, a cargo del actual intendente Gustavo José Bevilacqua, con apoyo del actual gobernador bonaerense Daniel Scioli, de Frente para la Victoria, partido político que manda en el país.

La última categoría nacional que se presentó en el “Ezequiel Crisol” fue el Turismo Nacional, cuando culminó la temporada 2010 el 12 de diciembre. Adrián Percaz (Clase 2) y Carlos Okulovich (Clase 3) fueron los campeones.

Fotos: Daniel Escolá.