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Allá por el mes de marzo del año 2005 se ponía en marcha un sueño de un grupo de trasnochados con una pasión irrefrenable por los fierros. Nacía el Top Race V6 con los autos pensados para competir y construidos por las manos de aquellos que todavía nos acompañan, y que le dieron forma a ese sueño de tener un automovilismo mejor.

Pasaron 10 años y muchas cosas. De las lindas y de las feas, de las buenas y de las malas, como la vida misma, pero al final ese sueño es una realidad. El Top Race tiene un lugar en el automovilismo deportivo y marcó su huella. Hoy está más vivo que nunca y “eso es lo que importa”.

“Aprendimos a detenernos en las estaciones de los buenos recuerdos” como me enseñaba mi abuelo, y eso nos ayuda a pensar en todo lo que nos falta recorrer por un automovilismo mejor. Mis “disculpas totales” a todos aquellos a quienes lastimamos en los momentos oscuros; y para aquellos que pusieron el alma, el pecho y mucho más, simplemente gracias.