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Interminable. Así puede calificarse el presente de Omar Martínez dentro del TC. El Gurí, el principal ídolo de Ford en los tiempos actuales, lejos de relajarse tras lograr su segundo título venció en la tercera fecha corrida en Toay y capturó la punta del campeonato.

Como la experiencia del Gurí fue la clave para su reciente consagración, lo propio fue para su equipo cuyo trabajo fue determinante en el autódromo pampeano. Es que con la parada obligatoria en los boxes para cambiar gomas, el que lograse ser más rápido podría sacarle el mayor jugo a una carrera de estas características. Pero no fue de casualidad el éxito del paranaense. Fue protagonista en el fin de semana siendo cuarto en clasificación y segundo en la serie más veloz ganada por Mariano Werner.

En la final Martínez partió cuarto e hizo su ingreso en la primera de las vueltas habilitadas, la 13ª. Allí sus mecánicos se lucieron y devolvieron al entrerriano en la segunda posición. Rápido dio cuenta de Guillermo Ortelli para quedarse de forma definitiva con la punta de una carrera que tuvo otros cuatro líderes: Werner, Agustín Canapino, Leonel Pernía y Gastón Mazzacane, en su mejor actuación en la popular categoría.

“Fue una carrera distinta. El equipo me permitió salir segundo a pista. La carrera la ganaron ellos. En una vuelta Ortelli salió lento y pude superarlo. Aproveché bien la velocidad del auto y en el resto fui como pude. Quise ir más rápido, pero acá el ‘compañero’ (en alusión a Ortelli) me complicó bastante”, dijo Martínez tras lograr su 33ª victoria en la especialidad y saltar a la punta del torneo. Además le dio al Óvalo el primer triunfo del año y quebró la racha de dos éxitos seguidos de Chevrolet.

“Le voy a seguir diciendo a Fabián (Giustozzi) que me falta. El equipo hizo un gran trabajo”, contó Ortelli, cuyos intentos por superar a Martínez no prosperaron y fue segundo. “En lo derecho se me hacía imposible alcanzarlo al Gurí. Me sorprendió la diferencia que me hacía, pero en particular la que tiene con otros Ford”, agregó el Séxtuple. Mientras que Mazzacane, que completó el podio, sostuvo que “no lo pude aguantar al Gurí y menos a Guillermo (Ortelli)”.   

A pesar de su cuarto puesto final, Werner fue el gran perdedor. Hizo la pole, venía ganando, pero en los boxes su equipo no brilló. “Quiero felicitar a los que nos ganaron dentro de los boxes. Nos sacaron tres o cuatro segundos, que eso es una luz de ventaja. Nuestros mecánicos tardaron un poco más al asegurar la tuerca y ahí perdimos”, explicó Mariano. 

Omar Martínez es ídolo de su gente y modelo a seguir por los jóvenes piloto que pisan fuerte. Un campeón que con 50 años no se duerme en los laureles y busca más gloria.