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Día de gloria para Ferrari que comenzó la temporada de la mejor manera, logrando el 1-2 en el Gran Premio de Bahréin, con la victoria de Charles Leclerc y el segundo puesto de Carlos Sainz. El podio lo completó Lewis Hamilton (Mercedes), que no estuvo en condiciones de pelear por el triunfo. 

 

La carrera tuvo un desarrollo muy entretenido en su primer tramo, con la lucha entre Charles Leclerc (Ferrari) y Max Verstappen (Red Bull). El actual campeón del mundo atacó varias veces al piloto monegasco, llegando incluso a superarlo fugazmente, pero Leclerc recuperó el liderazgo y comenzó a afianzarse en la vanguardia del gran premio, sumando una buena ventaja.

 

Pero en la vuelta 45 se prendió fuego el Alpha Tauri de Pierre Gasly, obligando a neutralizar la carrera, despareciendo las diferencias. Al reiniciarse, Leclerc lideraba, escoltado por Verstappen, con Sainz en el tercer lugar, seguido por Sergio Pérez (Red Bull) y los Mercedes de Lewis Hamilton y George Russell.

Aunque la carrera guardó dos golpes de escena fundamentales. En la vuelta 55 se quedó sin potencia el auto de Verstappen, por lo que el neerlandés terminó abandonando. Y en la última vuelta, Pérez (acosado por Hamilton) hizo un trompo, perdiendo toda posibilidad.

 

De esta manera, Leclerc llegó a la victoria, con Sainz como escolta y Hamilton llegando al tercer escalón del podio en forma inesperada, seguido por Russell, con Kevin Magnussen metiendo al Haas en la quinta posición, delante de Valtteri Bottas (Alfa Romeo).

Ferrari no comenzaba ganando desde Australia 2018 con Sebastian Vettel y desde 2004 que la Scuderia no arrancaba con un 1-2, en el año del último título de Michael Schumacher. Los tifosis tienen con qué volver a ilusionarse otra vez.